miércoles, 2 de diciembre de 2009

El programa y los problemas.


Seguíamos en el estudio de televisión. Mamá hablaba y hablaba, debo reconocer que tiene “ángel”, sabe como mirar a cámara y como persuadir a los que están del otro lado. Me puse un rato a mirar un monitor que había por ahí, y me sorprendió el magnetismo de la vieja. Igualmente voy a luchar para que ella no vuelva a instalarse en ningún espacio mediático. Hoy en día, la TV y las revistas lo único que hacen es menospreciar a las mujeres; las que “piensan” las excluyen o las ponen a leer noticias, las demás solo muestran la cola y hacen sonrisita de chica tonta. No quiero que mi mamá sea una de esas personas (está entrada en años, pero tiene un fisicon). No quiero que ponga un pie en ningún programucho... porque tiene dignidad. Mi viejo siempre le decía, “vos negrita tenes dignidad! El fue el precursor de alejarla un poco de esta porquería; del “mundo del espectáculo”, primero porque tenia mucho miedo que terminara en cosas raras, siempre me recuerda eso. Yo no tengo uso de razón de recordar a mi “madre famosa”. Cuando tenia 7 o 6 años ella ya ni figuraba…¡gracias a dios!, en ese sentido tuve una infancia muy tranquila y una adolescencia también tranquila. Debes en cuando, nos paraban por la calle para pedir una fotito, porque bueno, había mujeres y hombres (sobre todo) que se seguían y se siguen acordando de Silvia Hernando. Yo creo que volver a la tele no es lo mejor para ella, segun papá, no fue sano ese periodo de su vida. Y eso no se discute.

EN EL AIRE.

Aldana:
Seguimos en este bloque de lujo. Con nuestra invitada de lujo, valga la redundancia. Silvia, contale un poco a la audiencia ¿Por qué te fuiste tan abruptamente del medio?

Ahí no supo como contestar. Su cara se contrajo un poco, pero la piloteo bien.

Silvia:
He, este. Bueno, yo decidí tomarme unas pequeñas vacaciones.

Aldana:
¿Pequeñas?

Risas.

Silvia:
Bueno, viste como es esto, hoy estas de vacaciones, mañana estas sin trabajo. El medio es muy inestable y yo no estaba dispuesta a seguir luchando un lugar. Estaba formando felizmente una familia y bueno decidí encausar todas mis energías en ese proyecto.

Aldana:
Claro, me imagino, para toda mujer es muy importante su familia.

Silvia:
¡Claro!... Y bueno tuve un hijo maravilloso, y estuve al lado de él, hasta sus 20 años prácticamente. Hoy me vino a acompañar, esta detrás de cámaras.

Hace una señas para que la cámara me tome, jajaja, pero no , soy muy, pero muy tímido.

Aldana:
Si, ya lo vimos, precioso el nene. Medio tímido.

Silvia:
Muy.

Mi mamá sonríe.

Aldana:
Bueno Silvia, hace minutos veíamos imágenes de archivo en la que te veías fantástica, si volvieras a la televisión, al medio, cosa que a mi, particularmente, me encantaría, porque sabes que te admiro: ¿Qué te gustaría hacer?

Creo que estuvo un minuto pensando que contestar. Aldana la miraba con una cara de “en la tele el tiempo es tirano ¡dale!”. Hasta que, una lámpara muy grande( se ve que el canal no hacia “control de artefactos” hacia mucho tiempo) se estrella contra la conductora dejándola noqueada.
Lo primero que atiné fue a reírme, después cuando llegó (como un rayo) la ambulancia y los productores lloraban, me di cuenta de la gravedad del asunto, mi vieja estaba destrozada, se sentía “mufa” y mal por la situación en si, tenía un miedo tremendo de que le echaran las culpas por la mala suerte, la mala onda y a la vez por su amiga que estaba como muerta. Empezó a alejarse del set de grabación lentamente (como hace siempre frente a un problema grave). Previo a esto ya había socorrido a Aldana, había demostrado un mínimo de interés por su amiga, la lámpara era muy grande y pesada, me imagino, algún técnico o cabeza de productor iba a tener que caer y hacerse responsable por este accidente maldito. Cuando mi vieja atinó a agarrar la cartera y el saco, empezó a hacerme señas (casi como jugando a las escondidas) con la mano, me hacia el gesto de: “vamos”. Entendí que se sentía culpable. Pero su actitud fue totalmente cobarde, se tendría que haber quedado al lado de Aldana, le correspondía por el gesto que su amiga había tenido con ella (aunque a mi no me gustaba que estuviera al aire en su programa).
Cuando íbamos corriendo por el pasillo del canal, buscando desesperados la salida. Uno de los productores, el insoportable, nos empieza a perseguir gritándonos de lejos. Ni yo ni mamá entendíamos nada. Lo único que queríamos era irnos de ese lugar. Finalmente la puerta de salida estaba cerrada y el de seguridad estaba tomando un regio café a muchos metros del lugar. El productor finalmente llegó hacia nosotros. Mi mamá esperaba lo peor, aunque yo olfateaba otra cosa. Tuve razón.

Productor:
Silvia, te necesitamos.

Silvia:
¿Qué?

Productor:
Si, acaba de decirnos el doctor que está en el canal, que Aldana tiene para rato. Necesitamos una presentadora, para cubrir el programa y ella a vos te tiene como una referente, sabemos que si te ponemos a vos ella cuando vuelva va a estar muy agradecida.

Silvia:
Pero si lo que tiene no es nada grave, como para…

El productor y yo nos miramos y la dejamos a mamá sin palabras. No se porque se estaba escapando de la situación. Al fin y al cabo, el destino siempre le tiene preparado algo bueno, esta vez con una desgracia como plus. Pero siempre se termina saliendo con la suya.

Yo:
¡No!

Productor:
¿Cómo?

Yo:
Que mi mamá ya no esta para estas cosas. Ya lo hablamos ¿no mami?

Productor:
Pendejo, esto es entre tu mama y yo. ¿Entendiste?

El flaco se me empezó a venir encima. Mi mamá hizo un gesto corporal como de intermediación entre los dos. Si ella no se ponía en el medio, había pelea. Tendré 20 pero me la banco bien bancada.

Mirándome con algo de culpa, y luego con seguridad al productor.

Silvia:
Claro que lo voy a hacer.

Yo:
¡Pero mamá!

Silvia:
Lo voy a hacer, y punto.

Lo mira al productor y le pregunta cuando tiene que empezar. La yugular estuvo a punto de estallarme. Ni le conté a mi viejo, ¿para qué? Ya la va a ver el con sus propios ojos.
Lo que empezó como una visita a un programa de TV termina con una incorporación de Silvia y nada menos que como la conductora estrella de un programa más o menos exitoso de la tarde, o sea que lo ven bastantes personas como para volver a acordarse de Silvia Hernando. Se viene una difícil. La conozco, mamá es ingobernable frente a la cámara. Voy a tener que prepararme, voy a empezar la psicóloga seguramente. Hasta la proxima.

Test de personalidad/ Estudio de TV/ ¿De vuelta al ruedo?


La cuestión es que estaba aburrido y me quede abriendo un par de correos, esos que casi nunca abrís, porque sabes la pavada que te vas a encontrar (estoy hablando de las famosas “cadenas”). Pero esta realmente me interesó. Era un
Test de personalidad. Empecé leyendo las primeras preguntas y eran todas muy “de presentación”, (como te llamas, edad, sexo, color de ojos, lugar de residencia). Adentrándome en el cuestionario empecé a disfrutarlo un poco, y un poco, y un poco, increcendo iba la cosa. En realidad me dí cuenta de lo poco que me conozco. ¿Qué cosa no? Darte cuenta de lo poco que sabes de vos mismo, a través de un puto cuestionario que abriste de tus foward un jueves a la tarde aburrido en tu casa. Triste, pero reconfortante, para mi, implica un desafío. Una de las preguntas era:
¿Qué es lo qué más disfrutas haciendo en tus tiempos libres?... y no supe que contestar.
Otra:
¿Cuál es el color preferido de tu mamá?...Aunque parezca una pelotudes, no lo se. Y miren que tengo material, tengo tapes, entrevistas viejísimas de cuando era artista (nunca las leí, a los chicos no nos gusta ese boludeo). No sé que color es el preferido, igual mi mamá es un camaleón, cambia de color de ropa, tan rápido como se toma un vaso de agua, es indescifrable que color le puede llegar a gustar. En cambio, se que le gusta mucho bailar, la fiesta, la joda, los buenos tragos, y la moda. En ese instante pensé que eso sumaba mucho, 30 puntos arriba.
Otra:
¿Por qué crees que elegiste la carrera que estas haciendo?...esa opción la tenias que elegir si estabas en edad universitaria (obviamente)… y mi respuesta fue: ¡no se! A la mayoría de los chicos nos pasa esto, y mas (creo yo) en los primeros años de la carrera. Por eso no me preocupé y seguí con la otra pregunta.
Otra:
¿Eres feliz?... y yo me pregunto, ¿Qué carajo es la felicidad? Para mi la felicidad continua no existe, (vos te dirás) va a decir el cliché que parlamos todos: “La vida está compuesta por momentos cortos de felicidad que hay que saber aprovechar y vivirlos intensamente”. Esa frase viene en los papeles de envoltorio de los chocolates. Y creo que es profundamente verdadera.

Como se puso muy naif la cosa, lo dejé, para seguir revisando los correos. Me llegó justo un mail de la facultad de ciencias jurídicas avisándome la nota de un parcial, la note fue un 9. Soy muy aplicado con mis estudios, en si tengo 20 años pero parezco de 30. Basta ver quien paga las boletas a fin de mes en casa, quien ordena y limpia (cuando tengo tiempo, claro) y quien cuida a quien: ¡Si!, estoy hablando de mamá, yo parezco el padre y ella mi hija. Desde el primer post vengo avisando que la relación es particular. Asíque no se me sorprendan.
Cuando le comenté a mamá la nota, se me tiró encima y me llenó de rouge la cara. Enseguida me comunicó otra noticia ella, para no perder la costumbre. (Ya me parecia que estaba muuuuy contenta, algo de traia entre manos), conozco la expresión de sus ojos,a parte, ¡habla con los ojos!

Silvia:
Hijito, ¿viste que el otro día estuvo Aldana, en la fiesta divina que me preparaste?

Yo: Si má, y….

Silvia:
Bueno hoy a las cinco de la tarde tengo que estar en el canal…

Ya me la venia venir. Quiere que la compañe.

Yo:
¡Ah no! Llama a la abuela, sabes que odio los estudios de televisión.

Silvia:
La abuela se fue de viaje, no esta acá, ¡dale hijo!

Yo:
¿De viaje, a dónde?

Silvia:
Con la plata que le dejó Azucena, se quiso dar un gusto y creo que esta en edad de dárselo. ¡Pero dale hijo, no quiero ir sola!, ¿por favor?

Me empezó a poner caritas, a hacerse la dulzona y me compró. Le tuve que decir que si. Sacamos el auto y partimos al canal.
Cuando llegamos al estudio, era más chico de lo que me pacia por tele. Uno acostumbrado a ver decorados grandes, en las imágenes, llegas y te encontras con un dos por dos, un sinfín blanco, que mide unos pocos metros y las cámaras todas hacinadas, los cables y las luces todo junto y mezclado. Hacía mucho calor porque esas luces que usan para alumbrar levantan mucha temperatura y en el estudio se había roto el aire. Era una de abanicarse con lo que se tenia a mano, yo la revista que había comprado mamá antes de entrar al canal (la ultima de Susana).
Dos productores insoportables nos recibieron como si fuéramos reyes (falsos, los muchachos, se les notaba a dos leguas de distancia…y bueno es su trabajo). La acomodaron a Silvia en su lugar en el sillón y Aldana la recibió muy cálida. Uno de los productores me comentó: “así que vos sos el hijo de Silvia Hernando, lo buena que estaba tu vieja, fue un sex symnbol de los 80 nene”. Que comentario tan pelotudo (disculpen por la reiteración de esta palabra). Ahí no mas, me empezó a enumerar todas las tapas de revista en las que había salido. Me contó toda la trayectoria, como si no la supiera, soy el hijo (¡hello!). A todo esto, mi vieja estaba en el aire, hablando de su piel y el cuidado de su cuerpo y como hacia para mantenerse así de flaca, “casi igual que cuando era joven” (sonreía y decía Aldana) y todas esas cosas que venden este tipo de programas con antiguas famosas recicladas como mamá.
En medio de la entrevista, una frase del productor insoportable (en el backstage) me dejó mudo:
“yo le voy a proponer a tu vieja volver al ruedo, esta grande, madura, pero con todo en su lugar, y esa cara… le voy a proponer ser su representante”. Y me dió una palmeada en el hombro.
No comment. Hasta la próxima.

martes, 1 de diciembre de 2009

Viejos recuerdos.


El día que mamá se separo de papá fue comi-trágico. Claudia, la mujer que limpiaba, la mucama (hasta ese entonces) no sabia que hacer. Obedecía tanto las órdenes de Silvia, como las de Renato, como las mía (aunque yo no soy muy imperactivo, de los otros dos no puedo decir lo mismo). Como les contaba, fue trágico porque mi vieja desbordo en un ataque de locura, lo corrió a mi papá con una sartén de aceite hirviendo por toda la casa. Claudia estaba pelando las papas, eran casi las doce del medio día, mi mamá se le acerco (mientras de su boca destellaban las puteadas mas incongruentes que un ser humano haya podido escuchar), agarró violentamente la sartén y se dirigió hacia mi papá. Hasta ahí es trágico, porque esa sartén (por deducción) sabemos a donde se dirigía…a la cabeza de Renato. Sin embargo, en una corrida desesperada hacia el, no pudo llegar a su cabeza y decidió (inconciente) largarle el aceite hirviendo como venia, así es, como un tenista mueve su raqueta para devolver la pelota a su contrincante, gráficamente seria algo así. Es muy feo lo que estoy contando, pero en verdad sucedió. Mi viejo, posee una habilidad nata para los deportes y tiene plasticidad física, por lo que salteó (a lo Matrix) ese chorro de aceite hirviendo que se dirigía puntualmente hacia su cara y su pecho y el contenido graso dio de lleno contra la pared. Claudia estuvo un mes para sacarlo, fregando y fregando, día tras día.
A todo esto, lo de la sartén no era nada comparado con lo que se venia, mi mamá cuando se enoja…¡se enoja! Y agarró la doble caño que estaba en la pared, colgando de la chimenea. Todos pensábamos que no tenia balas, porque en realidad es como una reliquia (de lo vieja), yo hasta me reía, pero cuando gatilló, ¡anduvo!
¡Pum!
La puerta de entrada quedo hecha trizas, al no saber manejarla se dio un culatazo en la carretilla y quedo en cama por una semana. Tubo que venir el Same (107) y la policía, porque los vecinos, al escuchar semejante estruendo (escopeta), llamaron a la police, y bueno todo un caos desatado en medio de la casa. Las consecuencias que desataron la “discusión” entre ella y el, nunca las supe, esas cosas no se le cuentan a los hijos. Pero por las barbaridades que gritaba mamá, pude deducir, que mi viejo la engañaba con otra mujer, mucho mas linda, mucho mas joven y mucho mas tetona. “Too muche” dijo mi mamá… en eso le doy la derecha, porque tenia razón: un tiempo después (diaría solita silveira) me enteré que esa chica existía, y que era la nueva novia de papá; el tiene hoy en día 55 años y anda con una pendeja de veinticuatro, asi, como leen señores y señoras. Ya lo se, ¡patético!, pero es mi papá y lo adoro. (((No se porque pero esto de los lazos sanguíneos, para algunos es un karma “están todos locos, son tremendos, esto es un caos…pero es mi familia y los quiero”, como si eso justificara cualquier barbaridad. En si, entiendo que lo viva de esta forma, por lo menos en mi caso porque me es mejor llevarlo así, “la familia no se elige”, toleremos, respetemos, pero recuerden “todo tiene un límite” ¡obvio!)))
No hablarle a mi papá por andar con una flaca que prácticamente tiene tres años más que yo, me parece una pelotudes. Pensar que ella podría ser su hija, también es una pelotudes, porque no lo es. Lo único que me quedaba era aceptarla como: “pende-amiga-madrastra”, y bueno, ¡tres años son tres años! ¡En tres años, pueden pasar un monton de cosas!

Fue la peor crisis de mamá, adelgazo veinte kilos, se lloro 150 paquetes de pañuelos descartables y maldijo hasta la perra, que la tuvimos que regalas porque, justo quedó embarazada y a Silvia (mam) se le daba por asociar ese embarazo a una de las mejores etapas de su vida (yo en su vientre) y no lo toleraba, la miraba y salía corriendo a llorar al primer rincón que encontraba. En ese transcurso, también echó a claudia de la casa, porque la mucama, trabajaba para los dos, mi papá ya no estaba en la casa del centro, se había mudado a otra donde se instaló de lleno y Claudia limpiaba en ambas. La abuela Sari le llenó tanto la cabeza a mamá que me daba ganas de vomitar.

Sari:
¡No puede ser!, si trabaja acá y allá, trae y lleva. ¡No puede ser!

Silvia:
¿Te parece?

Yo:
¡Ah! Mamá no la escuches.

Sari:
Vos porque tenes miedo de quedarte sin nadie que te haga la cama, te haga la comida y que te limpie los platos, ¡pendejo desecho!

Yo:
Mamá también tiene ese miedo, ¡quedate tranquila!

Mamá interrumpe gritando.

Silvia:
¡Bueno contrato otra y ya está! Es verdad mamá no puedo seguir atada a Renato. Es mi ex marido, me tengo que mentalizar, ahora soy independiente. (Llora)

Yo:
¡Pero si te sigue manteniendo económicamente, y a mi me pasa flor de mensualidad!

Silvia:
¡Callate pendejo! Son cosas de grandes.

Sari:
Exacto, no se meta usted, es chico.

Miro hacia un costado, para donde da la ventana.
Yo:
¡Abuela!, veo humo... se te esta prendiendo fuego la casa.

(Mamá nunca dijo "pobre claudita" tantos años sirviendonos....me dió lastima por ella, fue la primera vez que sentí una lastima rara).

La abuela vive a la vuelta, la casa de ella se ve desde el cuarto de mamá. Salió corriendo desesperada, como buena fumadora y despistada que es, siempre se olvida algún cigarro prendido, en cualquier ambiente. Ya le pasó tres veces, los bomberos tienen los huevos al plato, igual que yo.

Así Claudia, se fue de nuestras vidas. La extrañé mucho y todavía no me puedo acostumbrar a la paraguaya que recomendó mi abuela. No es como Claudia, cuando voy a lo de mi viejo, me siento como antes, Clau me conoce “de pe a pa”, nos conoce a toda la familia de “pe a pa”, es que somos pocos. Hasta la próxima.

Que siga la fiesta.



Mi vieja está ojeando revistas en las que ya ni figura, (y nunca más lo hará), mira la tele deseando estar en el lugar de cierta “gentuza” (según mi opinión gentuza es la gente que hace cosas poco productivas). Yo estoy esperando a la abuela para ir a hacer todo el tramiterio de la herencia. Porque al final hubo herencia, parcialmente, porque Azucena decidió también dejarle parte de sus bienes a entidades de caridad con pocos recursos. A mi abuela le hervía la cabeza…“como le iba a hacer eso a ella, que siempre estuvo a su lado, que la cuido hasta el ultimo día”… (Parte era verdad, parte era mentira, no la cuido hasta los últimos días, la vieja estuvo tirada muerta en el baño por un largo tiempo, mi abuela ni si quiera la llamó para ver si estaba). En si, cumplió y le dejó unos cuantos pesos, y dos casas ¿Qué más quería? ¿Qué se creía, que iba a empezar a vivir como Susana o Mirtha? Me parece muy bien lo que hizo Azucena, hay que dejarle a los que tienen poco, Sari está muy bien económicamente, cobra dos jubilaciones, mi abuelo la dejó bien parada cuando murió, asíque que no se queje.
Hoy mi vieja me da pena esta mal desde el otro viernes, le agarró una especie de bajón anímico, Sari dice que es la menopausia, que se yo, no entiendo mucho a las mujeres, mas allá de estar “condenado” a vivir con ellas, una dulce condena, porque tampoco las aborrezco, sucede que en un punto la lucha de géneros entra en juego. Cuando compartís el baño (que te joden con los pelos y labar bien la pileta despues de los dientes), cuando queres privacidad, cuando a vos te gusta lo clasico (ropa, sobria en lo posible) y a ella el leopardo con muchas manchas (gusto, son gustos), pero es mi vieja y la adoro; la cuestion es que últimamente estuve pensando la manera de levantarle el animo, y para levantarle el animo no hay nada mejor que hacer, que organizarle una buena fiesta. Ella ama las fiestas, creo que en algún momento de su vida tuvo que haber sido la “reina de la fiesta” después (seguramente) estuvo el periodo traanqui en el que se casó con Renato (mi viejo) y abandono las luces y la joda por un proyecto un poco mas serio (digamos).
Entonces lo que hice fue:

Robarle su agenda.
Sacar los números de Tel. de sus mejores amigos/amigas.
Organizar una especie de coctel
Pedirle guita a mi viejo para armarlo
Contratar a un buen DJ.
Y hacer todo eso sin que ella pudiera darse cuenta.

Fue difícil. Primero porque tenia a Sari revoloteando la casa y preguntándome por todo. Después cuando le confesé mi idea a Sari, esta aportó, porque también la ve mal a mamá, de paso puso unos pesos, que me vinieron de 10 porque estaba cortina para pagar la música y parte de la comida. Y también sirvió de distracción… mientras yo organizaba, Sari llevaba a mamá a algunas tiendas “de compras”, “de Shopping” y le compró buenas pilchas, que de paso, sin que Silvia supiera, las usaría para la famosa fiesta que su hijo le tenia preparada. Antes de de todo eso Sari tiró sus cartas de tarot y me dijo que todo iba a salir de 10...y buee...creer o reventar; mi abuela y su esoterismo.
Para este tipo de personalidades, no hay mejor remedio que una fiesta. Mi mama no es como todas las madres. Ella es especial, tiene un ego especial, tuvo una adultez especial, en si, tiene los genes de su madre, ambas son especiales. Y le encanta la joda como a ninguna, por eso le costó siempre el rol de madre, porque mientras yo empezaba a salir a la noche, ella se me aparecía (como un fantasma) y me pagaba los tragos y de paso me cuidaba (patético, da vergüenza ya lo se) pero así es mi vida con mamá.

Y la fiesta explotó. Llena de amigos gays de la moda y de mujeres que pasaban las cinco décadas. Tomaron, bailaron, se reencontraron y mi vieja quedó totalmente sorprendida. Nunca imaginó un gesto así de mi parte. Pero ella no entiende cuanto la quiero en el fondo y que deseo verla bien por sobre todas las cosas, aunque casi siempre la tarto con indiferencia, por una cuestión de rebeldia de mi parte. Empezó la música disco al compás de “Don`t `til you get enough” de Michael y siguió con otros cuantos. Para la mitad de la noche la casa era Kosovo, los zapatos de las damas tiradas por cualquier lugar, y el baile seguía.
Entre tanto alboroto mi mamá se encontró con dos viejas amigas modeles, que terminaron igual que ella, una en una posición un poco mejor (según Silvia), esta mujer se llama Aldana y conduce un programa por cable para la belleza de la mujer. Se la pasó hablando toda la noche con esta. Aldana la obligó a aceptar que participe durante las semanas venideras en alguno de sus programas, que la iba a romper, iba a ser una muy buena nota, porque hacia tiempo no se la veía en la tele. Mentira,que buena nota, ni buena nota.... no se porque mi mamá insiste con volver a esos círculos, la culpa la tuve yo, ¡para que le habré armado la fiesta! Saldo positivo: mamá se recuperó al instante, creo que se hizo la sorprendida, me parece que ya olfateaba todo, no se no la vi sincera al entrar cuando encendimos la luz y dijimos “sorpresa” o es una pésima actriz; o verdaderamente no se lo imaginaba.

Confirmado, Sari le había contado todo, no se aguanto, me dijo: "le tuvo que decir". Secretos= abuela es imposible. Hasta la próxima.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Acerca de mamá




La época de oro de Silvia.

Portada del diaria- la voz del pueblo.
Primera plana. Silva Hernando reina provincial del trigo.

Así empezó su carrera. Fue dotada por la naturaleza. Su belleza era, y es impactante, rubia al buen estilo Hollywood, unos ojos rasgados color miel que endulzan y una figura que pocas tenían y muchas querían. Esa era mi madre, según el diario…este… “la voz del pueblo”. Pero la belleza, no lo es todo, se puede “comer” con ella (ganar dinero), sino pregúntenselo a mi vieja (si es que la llegan a conocer jeje), pero hay que cuidar tanto lo de adentro como lo de afuera (no es una critica a mi madre, es en general).

Con ese reinado del trigo, empezó una carrera que fue creciendo con el tiempo, hasta llegar a tomar vuelo y ser conocida a nivel nacional, a través de la moda (primero) y luego por la televisión. Sus comienzos fueron, como modelo, desfilaba por dinero y porque era preciosa, la llamaban de todos lados y nunca tenia tempo para hacer nada. En ese transcurso lo conoce a mi papá. Fue su único amor, aunque candidatos nunca le faltaron, y tubo muchos amores de puerto (como los marineros). Mi papá le rompió la cabeza. La enamoro desde el primer día. Fue de un flechazo, siempre me cuenta él. Ni bien empezaron a hablar, surgió cierta química y no hubo ni amistad previa, ni nada, fue todo “a los bifes” (vulgarmente dicho). Para ese entonces mi viejo ya tenia un buen pasar económico, mi abuelo era un terrateniente con muchas hectáreas de campo. Mi papá gastaba su dinero como un nene derrochón, mas tarde, cuando mi abuelo muriese, mi papá casi se enterraría vivo con el (pero eso queda para otra ocasión). Mi mamá quedo fascinada por su personalidad, conocía pocos hombres así, mi papá mas allá de ser un verdadero “dandy” era alguien “comunacho”, dos palabras in mezclables, pero era así. Tenia mucha plata, pero era simplón, no por eso mal arreglado o dejado, todo lo contrario, su auto era ultimo modelo y su ropa era de primera línea, pero su actitud y personalidad era calidad, acogedora, simple y de buen tipo. En cambio mi mamá, se creía una doncella, no tenia un peso, a comparación de mi viejo, pero ella era intocable; nadie mas linda, inteligente, elegante, femenina y educada que ella, parecía de la realeza, esto contado por su propia madre, mi abuela, (cada vez que puede lo cuela en una conversación para hacerla bajar del caballo). Mi abuela es la antitesis de mi mama (en ese sentido en ottros no). Aunque muy coqueta la señora Sari, es bastante mal hablada y tiene modales inapropiados, mi mamá es una pluma, suave y fina, pero loca, cuando se transforma es la pluma de un aguila.
Siguiendo con su carrera, la revista “Extas”, de los años 80, la llamó para hacer una producción de fotos, donde mi mamá salía bastante sexy. Desde allí no paro de firmar contratos con las primeras marcas de ropa que querían su imagen a toda costa para sus marcas. Luego tuvo una etapa fugaz en la televisión como secretaria, en programas muy reconocidos y de mucho rating, muchos la consideraban (en la época) como una de las bombas mas sexys de la década si continuaba con ese ritmo (cuenta siempre mi abuela), pero mi madre decidió bajarse pronto del mundo del estrellato para acompañar a mi papá. Motivo por el cual se arrepentiría mas tarde, por dejar su trabajo que iba en crecimiento, y todo por sus malditas peleas con mi padre. Así es la vida, una de cal y otra de arena. Hay más de Silvia, pero mas adelante, hay cosas mucho más importante que su pasada carrera, para comentar. Hasta la próxima.

La abuela es rica.



La abuela es rica.


El viernes me acosté tardísimo. Mamá estaba hecha trizas. Creo que mezcló de todo. Yo, al otro día, me desperté a las 11 y prepare el desayuno. Comí y a las 11:30 le lleve el desayuno a la cama. No quería saber nada con comer. Estaba muy decompuesta. Corroboré que mezcló de lo lindo. La dejé dormir, aunque siempre la jodo y la termino despertando. A eso de las dos de la tarde suena el timbre. ¿Quién podría ser? La abuela Sari. Como estaba en la planta alta de la casa, no llegue rápido. Tocó el timbre, creo que cuarenta veces. Cuando le abrí la puerta llevaba una de esas caras de sorpresas, onda “no sabes lo que paso”. Ya sabia que se venia con una necrológica, típica de ella.

Abuela:
Hijo, ¡se murió Azucena!

Azucena es la intima amiga de Sari. Se conocieron a los diez años y desde allí nunca mas se despegaron. Pasaron modas, pasaron novios, parejas, hijos, viajes, negocios, maridos muertos, funerales, muchas comilonas… yendo al grano, les paso la vida por encima, y ambas ya están en la recta final. Como dice el dicho popular “están de vuelta” o mejor dicho, mi abuela esta de vuelta, porque azucena acaba de “pegar el tiro”.

Yo:
¿Cómo que murió azucena?
Abuela:
Si, hoy la encontraron tirada en el baño de la casa en estado de descomposición.

La hice entrar, la tranquilice. Le preparé unos de esos te que toma siempre cuando viene a casa, de menta con miel y no se cuento mas y le dí unas palabras de aliento a ver si levantaba el animo un poquito, aunque sea, dentro de tanta desgracia. Pero nada, estaba en crisis total.

Abuela:
Hacia diez días que estaba tirada muerta en el piso. Se la estaban comiendo los gusanos, ¡pobre Azucena!

Me resulto chocante, por no decir asqueroso. Tenía un pedaso de pan en la boca justo cuando estaba pronunciando esas palabras.

Yo:
¡Y bueno abuela, es la vida. Ahí vamos a ir a para todos!
(a modo de consuelo)

Abuela:
Vos guacho porque tenes veinte, ¡yo ya estoy mas cerca del arpa que de la guitarra!
(Dichos de mi abuela)

Y si, tenía razón, ¿Qué le podía decir ene se caso?

Yo:
Abue, viejo son los trapos. Aparte hoy en día, la expectativa de vida creció, se alargó, hay gente que vive hasta los 110 años.

Abuela:
¡Dejame de romper las pelotas! Para que quiero vivir 110 años. Para hacerme encima y que me tengan que estar cambiando… (Enseguida cambio el tono de voz)… ¡Pobre azucena!...no era su momento, mira que yo soy de presentir esas cosas. ¡Diez días tirada en el baño!

¿No era el momento?, tenía 86 años la vieja, bastante vivió, pero que le iba a decir. Mi abuela es especial, por lo tanto hay que referirse a ella de una manera especial.

Abuela:
Te tengo que contar algo. Algo muy importante.

Yo:
¿Qué?

Abuela:
¡Prometeme que no vas a decir nada!

Yo:
¡Abuela!... ¡no!

Abuela:
Me parece que me dejo toda la herencia.

Y ahí entendí que dios le da pan al que no tiene dientes. Azucena es una de las mujeres mas bacanas de la ciudad. Por no decir una vieja forrada en guita. No tenía hermanos, ni hijos, por ende, ni nietos, ni sobrinos, no tenia a nadie, más que a su entrañable amiga “Sari”. Pero mi abuela, es tremenda, mal administrada, gastadora compulsiva, timbera, y cartomante, un cóctel digno para una novela de las dos de la tarde. A lo largo de su vida lo fundió cinco veces a Sandoval Pérez, con prestamos y prestamos (mi muerto abuelo), decí que este tenia un espíritu emprendedor de la concha de la lora. Volviendo a la “herencia de la amiga”.

Abuela:
¡Llama a tu mama! ¡ya!

Yo:
¡Esta durmiendo!

Abuela:
¡Pero que se levante esa vaga!

Y ahí empezaron los gritos…”Silvia”…”Silvia”. Mamá nunca se despertó. Mas sabiendo por donde venia la mano, cada sábado que la intenta despertar, le da vuelta la cara. Es su relación así, fría. Aunque mi abuela es capas de hacer hablar a un mono, para que le diga “cállate”, es entendible la reacción de mamá.
Lo que mas me sorprendió fue saber que el dolor que sentía Sari hacia segundos se trasformaba en goce, cuando dijo:

Abuela:
¡Silvia levantate, somos ricas!

Siempre le importó la plata y también siempre quiso mucho a azucena, pero esta vez la ambición fue más fuerte. Hasta la próxima.

En realidad ese viernes...



En realidad ese viernes, no paso nada de eso. Mi imaginación es muy escurridiza, y enseguida pienso en escenas como esas. ¿Qué pasaría si no existiera más? ¿Y si mañana me mato? Mi vieja seguramente no estaría sentada frente a una computadora exponiendo su dolor al ciber publico, primero porque no sabe manejar una PC, y segundo porque no reaccionaria de esa manera, en si, no se como reaccionaria. ¿Quién no pensó alguna vez en quitase la vida? ¿Y en las consecuencias que eso traería? Todo pasa Como en una película. Un plano donde se ve la situación general de la muerte de uno. Y en los siguientes planos la reacción de cada uno de nuestros familiares mas cercanos ¡Como vuela la imaginación! Lo real es que esa idea trágica y anodina del suicidio es un pensamiento más frecuente, en las personas, de lo que todos creemos.
En realidad sí, me sentí muy mal: a veces si lloro a escondidas, porque soy hombre, y “los hombres no lloran” dicen por allí (por lo menos en público). En si, gran parte de lo que relato en esa carta es cierto, carta que nunca escribí, solo en las entrañas de mi cerebro obviamente.
Mi vieja llego totalmente borracha de su cena y lo primero que hizo fue preguntarme: “¿Por qué no saliste hijo?”

¿¡Por que no saliste hijo!?

Y… la verdad porque no se me cantó.

Estoy en edad de salir, si, claro. Pero ella está en edad de comportarse un poco mejor. Mi papá la dejó hace dos años. Y yo también, estuve a punto de dejarla. Pero si la dejo, es ella la que se va a terminar “matando”. Tiene dos amigas que “la llevan por el mal camino” segun mi viejo. Yo: no comment. Patricia y Chechu. Son dos viejas estiradas, llenas de botox, que creen que "la vida vale mientras uno se mantiene joven" jaja. Darían la vida por volver a los veinte, y, lo mas triste que mi mamá también.
Ella solía salir en comerciales muy famosos de la década de los 80 y parte de los 90. Tuvo varias tapas de revistas. Era una especie de “famosa”, en el barrio sigue siendo “la famosa”. Pero hoy en día, solo queda de ese pasado un par de revistas viejas guardadas en una caja del altillo, y un par de pósters enmarcados con las imágenes de las publicidades graficas que realizó un su momento, tambien hay algunos tapes. Solo eso, imágenes, que ni si quiera representan la realidad: Porque mi vieja ya esta grande, con unos quilos de mas (aunque explendida para su edad, mas bien diaria un fisicaso para la edad) y ya nadie la recuerda.
A ver, separemos, la paja del trigo, es mi vieja y la amo. Pero hay cosas que es mejor verlas de frente. No puedo negar evidencias. Sino estaría siendo uno de esos chicos tontos que quieren vivir la vida sin problemas, para ellos todo “es lindo” y la vida “es grata por donde la mires”. ¡No!, ni todo es lindo, ni la vida es totalmente grata. Ese pensamiento era tipico de Silvia (mamá) hasta hace unos años, la familia era un cuadrito de pintura colorida y feliz colgado en una pared del living, pero ese cuadrito, no era mas que eso, un cuadrito, cuya pintura, hoy, refleja el paso del tiempo.
Y ya verán como terminamos: mi viejo por un lado, mi vieja por el otro, yo con mi vieja. Mi vieja con delirios, mi viejo apuntando con el dedo los delirios de mi vieja. Mi abuela visitándonos en casa todos los días, nunca fue mientras estuvo papá, ahora tiene la cancha libre. Y mis tíos en su casa nueva de Punta del este, mandando mails y haciendo llamados contándonos lo lindo que se vive allí, (hasta ahora nunca nos invitaron ni a pasar una puta navidad).
Pero, a modo de resumen final de esta entrada, creo que de eso se trata la vida, ¿no?, de saber poner cada cosa en su lugar, de equilibrar cada momento y distribuirlo como corresponde. De saber que hay, drama, que hay comedia, que hay grotesco, que hay pasado, presente y futuro. El futuro por ahora, no me lo quiero imaginar. Nos vemos la próxima.